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Evitar que el caballo sufra lesiones es una importante tarea del jinete, al igual que nosotros nos protegemos ante posibles caídas o golpes, debemos proteger a nuestro compañero también.
Las extremidades son las partes más afectadas ante posibles lesiones o heridas mientras trabajamos, pero no debemos olvidar otras partes que pueden verse afectadas en el momento del transporte o durante la estancia en el box.
Tenemos a nuestras disposición miles de productos para la protección y prevención de lesiones o heridas de nuestro caballo, elegir el más adecuado para él y colocarlo cuando lo necesite es nuestra responsabilidad y evitará a la larga problemas mayores.
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Las bajo vendas o paños son un elemento que se coloca en el momento de descanso del caballo, después del entrenamiento o ejercicio, para de esta manera evitar lesiones y ayudar a que en sus extremidades circule la mayor cantidad de sangre con normalidad evitando inflamaciones o descanso incorrecto.
Este artículo se coloca bajo una venda, tal y como la colocaríamos a la hora de entrenar: ni muy apretada para dejar que circule todo correctamente, ni muy floja, ya que de lo contrario podría deshacerse dentro de la cuadra y provocar que el animal se enrede.
Además de mejorar el riego sanguíneo a la hora del descanso, muchos profesionales también las utilizan para transportar los animales en viajes largos, ya que favorecen su circulación durante el trayecto.
Los protectores terapéuticos para caballos también se utilizan cuando el caballo está en reposo. Estos nos ofrecen un tratamiento de frío o calor que ayuda a la circulación del animal en sus extremidades. Se pueden usar como prevención o curación ante lesiones, siempre recomendados por el veterinario previamente, que será quién nos marcará su tiempo de uso y temperatura.
Además de los protectores para la caña y menudillo también podemos encontrarlos para las rodillas, ayudando a la rehabilitación de lesiones en esta zona y reducción de dolor.
Aunque solo tengamos lesiones en una mano o pata es aconsejable poner en ambas los protectores para equilibrar la circulación en los dos laterales del animal por igual.
El cubrecolas es un artículo usado principalmente en el transporte de animales. Este evita que la cola del animal sufra rozaduras y se rompa o pierda parte de su pelo durante el trayecto, pero también lo veremos en muchas cuadras, ya que algunos animales tienen el vicio de comer o rascar su cola llegando a quedar la parte superior realmente corta.
Usando este artículo protegemos el estado de la cola del animal, ya sea de efectos externos como de él mismo. Según el uso que le vayamos a dar podemos encontrar varios tipos, algunos más cómodos y fáciles de poner para el día a día, y otros más complejos y completos para trayectos largos.
Los protectores de trabajo son un complemento para nuestro caballo que evitará que sufra golpes directos y harán una función de prevención en cuanto a lesiones en sus extremidades bajas.
Siempre es buena opción usar protectores, aunque por lo general se asimilan más a prácticas deportivas de competición (como por ejemplo el salto, en el que sí tienen vital importancia ante los golpes con obstáculos), pero lo ideal sería usarlos tanto para entrenamientos en pista como para paseos y rutas. La prevención y protección siempre será una buena decisión.
Como nota, debemos tener claro que un protector mal colocado no ejerce la función correcta, sino que a veces todo lo contrario. Debemos colocar el protector correctamente, protegiendo el menudillo pero permitiendo la movilidad de las extremidades correctamente. Además será muy importante que tanto el protector como las extremidades estén limpias, sin barro o otros agentes externos que nos puedan producir roces o incomodidad.
Al igual que los protectores de trabajo, las vendas tienen una función muy similar. En este caso no evitarán el impacto de golpes fuertes tan bien como un protector, pero sí tendrán más efecto sobre el tendón, aumentando su temperatura y evitando que se enfríe.
Las vendas son más conocidas en la doma clásica, debido a que la probabilidad de sufrir impactos fuertes es menos que en otras disciplinas.
Otra nota que añadir y de vital importancia es la colocación: nunca deben estar demasiado apretadas, esto podría provocar un efecto contrario a la prevención y ocasionar una lesión.
Tampoco deberán estar demasiado flojas, ya que si se caen o deshacen durante el entrenamiento tendríamos un problema realmente grave, el caballo podría enredarse. Su colocación empieza bajo la rodilla, sigue hasta el menudillo sin llegar a cubrirlo al 100% y vuelve a subir para finalmente enganchar cerrar el vendaje en la parte alta de la caña. Es totalmente aconsejable aprender a ponerlas junto a un profesional.
Los protectores de transporte y cuadra tienen una función totalmente necesaria en el momento de realizar largos trayectos o estancias en cuadras nuevas. Ideales para caballos que se mueven mucho durante el viaje.
Estos protectores como característica principal se diferencian por su tamaño, normalmente cubren cascos, cañas y hasta las rodillas. Deben ser cómodos ya que suelen llevarse durante varias horas, y además resistentes y flexibles. Normalmente tienen un forro interno que proporciona más suavidad y comodidad.
Es muy importante colocarlos correctamente, no apretarlos en exceso para que el animal pueda tener movilidad pero tampoco dejarlos demasiado sueltos ya que podrían caerse durante el viaje o estancia en la cuadra y provocar que el animal se enrede.
Al igual que las vendas y protectores de trabajo existen los protectores y vendas de descanso.
Su uso está muy relacionado con los paños y bajo-vendas, ya que normalmente se colocan conjuntamente.
En el caso de los protectores de descanso nos aportan más rapidez en su colocación aunque puede que no queden tan bien ajustados como las vendas.
Es importante para evitar lesiones, ayudan a la circulación y el enfriamiento progresivo de los tendones, evitan hinchazones, etc.
Al igual que todos los protectores y vendas deben colocarse correctamente si queremos que su efecto sea el correcto, ya que de colocarlo demasiado apretado o suelto podemos tener más problemas que beneficios.
Las campanas tienen una función de protección de la corona, ranilla y talones del caballo ante rozaduras, heridas o golpes.
Otra de las funciones que se les atribuye es evitar que el caballo se pise el casco delantero con el trasero si alcanza su tranco. Cuando pasa esto el caballo suele llegar a quitarse la herradura incluso, y el uso de campanas ayuda y protege el casco delantero de la pisada trasera.
Podemos encontrar campanas de diferentes tipos de materiales, cierres o tipos. Quizá las más duraderas lleguen a ser las de goma, pero existen campanas de neopreno, fibra de carbono, nylon… que resultan más cómodas y fáciles de poner. Algunas de ellas cuentan con un extra de comodidad incluyendo en su parte interior borreguillo, para así evitar heridas de rozaduras con la misma campana.