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Durante el invierno se esquila a los caballos, ya que los animales que trabajan tardan mucho en secar el sudor, siendo el esquilado una manera fácil de no mantenerse mojados y así evitar hongos y enfriamientos. Para evitar el frío optaremos por la cuadra y/o mantas, cumpliendo la función de abrigo requerida.
Existen varios tipos de esquilados según el animal, la ocasión o su función. Debe esquilarse a criterio u necesidad, ya que un esquilado inapropiado siempre puede traernos problemas de piel, temperatura, etc.
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Existen varios tipos de esquiladoras, según su potencia, tipo de cuchillas, funcionamiento, conexión, peines, mantenimiento, etc.
Por lo general una esquiladora cómoda será ligera y con potencia, permitiéndonos movernos por todo el cuerpo del caballo de forma cómoda y precisa.
Algunas máquinas de esquilar estarán conectadas a la corriente y serán con cable, lo que hace que su uso sea algo más incómodo por la libertad de movimiento, pero por lo general serán más ligeras. Las esquiladoras sin cable deberán llevar las baterías que las harán más pesadas. A la hora de decidirnos por una de ellas debemos analizar que uso queremos darles y cuál es la mejor opción para nosotros.
Si deseamos tener nuestra esquiladora en un estado óptimo, debemos tener en cuenta que es necesario aplicar un aceite específico para evitar su deterioro y esté correctamente engrasada y limpia. Podremos encontrar varios tipos de aceites, en diferentes formatos y cantidades según nuestras necesidades.
El aceite para esquiladoras se utiliza para engrasar las cuchillas y que estas se mantengan en un buen estado durante más tiempo, garantizando un mejor funcionamiento de la esquiladora.
Al igual que los aceites, las grasas para esquiladoras nos ayudan a tener nuestra máquina en un estado óptimo. Lo mantienen limpio y nutrido, evitando su deterioro y alargando la vida útil de estas máquinas.
Aunque tanto los aceites como las grasas para máquinas de esquilar sirven para engrasar y lubricar las esquiladoras, cada uno tienen un uso específico. Las grasas son para engranajes y piñones, mientras que el aceite es para cuchillas.
Las cuchillas son la parte principal de la esquiladora, deben estar afiladas y en un estado óptimo antes de empezar a trabajar con ellas. Podemos adaptar diferentes tipos de cuchilla a nuestra esquiladora, según el número de púas o dientes del peine según el pelaje del caballo o el acabado que queramos.
Aquí encontrarás recambios para la esquiladora de tu caballo.
Las tijeras o esquiladoras manuales se usan generalmente para la crin o zonas concretas donde no haya mucho espacio, así como para retoques.
Las esquiladoras manuales para caballos funcionan prácticamente como unas tijeras, usándolas en ocasiones concretas o zonas específicas, raramente esquilaremos zonas grandes al ser menos precisas y el esquilado es más lento.
Las tijeras normalmente las usamos en crines, aunque también les damos uso para perfilar o acabar algunas zonas de esquilado.